La citología es un examen ginecológico en el que se toma una muestra de células del cuello uterino mediante un espéculo, una espátula y un citocepillo. Aunque puede resultar incómodo, no es un procedimiento doloroso. Dura aproximadamente dos minutos, es bien tolerado por la mayoría de las mujeres y es fundamental para la prevención del cáncer de cuello uterino.
Las mujeres que no han tenido relaciones sexuales no necesitan una citología, ya que el principal factor de riesgo para las lesiones cervicales es la exposición a virus de transmisión sexual, como el Virus del Papiloma Humano (VPH). Se recomienda iniciar la citología entre uno y dos años después de la primera relación sexual y realizarla anualmente hasta los 65 años.
Muchas mujeres temen que la citología durante el embarazo pueda causar complicaciones, pero este examen es seguro y puede realizarse en cualquier etapa de la gestación, siendo el primer trimestre el momento ideal. No aumenta el riesgo de infecciones, rotura de la bolsa amniótica, parto prematuro ni aborto.
Si estás planeando un embarazo, es recomendable realizarte una citología antes de concebir.
La citología permite identificar infecciones vaginales, inflamaciones y la presencia del VPH, pero no es un examen para diagnosticar miomas, quistes ováricos u otras afecciones estructurales del aparato reproductor. Para ello, se requiere una ecografía transvaginal.
Recuerda: La citología es un método de tamizaje que ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino, una enfermedad que puede ser 100% prevenible. Realizarte este examen a tiempo puede salvar tu vida.
Ginecóloga y obstetra, dedicada a cuidar tu bienestar en cada etapa de la vida. Ofrezco atención personalizada y basada en evidencia, con un compromiso firme por tu salud y seguridad.